Las bicicletas eléctricas han venido con fuerza para facilitar la movilidad urbana de los ciudadanos más concienciados con el cuidado del medio ambiente. Además, se han convertido en un excelente campo para la innovación que viene incorporando tecnologías impensables años atrás. Por mucho que nos cueste, tenemos que dejar en el pasado el recuerdo de nuestras primeras bicicletas, porque estas ya nada tiene que ver con las actuales.
La movilidad eléctrica hoy en día constituye un sector de formidable innovación en términos de eficiencia energética, comodidad y seguridad. Esto se ha producido por la creciente demanda y exigencia de clientes en el desarrollo en un transporte más respetuoso con el medio ambiente. Satisfaciendo sus necesidades de un transporte urbano para ir al trabajo o para disfrutar del ocio más alejado de la ciudad. Así, vamos a comenzar a pedalear sobre estos seis avances tecnológicos que llegan a los biciclos propulsados por electricidad:
La suspensión inteligente
Del mismo modo que en muchos automóviles un sistema inteligente modifica su dureza, las bicicletas vienen incorporando dispositivos de suspensión similares mucho más sofisticados en la amortiguación trasera y de la horquilla delantera. Están basados en sensores de estudio del terreno que envían información a una aplicación. Este sistema se ocupa de modificar automáticamente la configuración en la suspensión. Si bien resultan ideales para el ciclismo de montaña, también podrán ser implementadas en bicicletas de estilo más urbano.
Frenos ABS
La electrónica aplicada a las bicicletas va ha permitir controlar la velocidad y predecir los posibles peligros para el ciclista. No en vano, la mayor parte de los accidentes en los que se ven implicados los usuarios de bicicletas eléctricas se producen a causa del bloqueo de la rueda delantera durante el proceso de frenado, produciendo que la bicicleta pueda derrapar y volcar.
Para evitar los accidentes se han venido desarrollando una serie de sensores para las ruedas delanteras, a semejanza de las tecnologías que ya existen para coches y motos. Estos sensores miden la velocidad de la bicicleta y envían esta información a la unidad principal del sistema de ABS.
La transmisión automática
Los cambios de marchas y la transmisión son otra importante faceta en la que la tecnología viene incorporándose a las bicicletas eléctricas. Son varias las marcas que han desarrollado diferentes sistemas de cambio de marchas electrónicos, llegando incluso a doce velocidades diferentes. La asistencia inteligente adapta la potencia a las circunstancias del terreno y a la exigencia del ciclista.
En algunos casos, se tratan de cambios de marchas totalmente automáticos o que pueden realizarse incluso sin necesidad de pedalear. Además, varias empresas han desarrollado este sistema en formato de un kit que podemos incorporar a nuestra bicicleta convencional de siempre, ahorrando el coste de tener que comprar una bicicleta nueva y pudiendo conservar nuestra clásica bici que tanto nos gusta.
Consola o pantalla de información
Las tecnologías de la información, como es de esperar en la era digital, no iban a pasar por alto las posibilidades de ser aplicadas a la bicicleta eléctrica. La gama de productos existentes en ciclocomputadoras va desde las más sencillas; con información básica de velocidad, hora, GPS, datos físicos, etc; hasta pantallas de grandes dimensiones y alta resolución en las cuales podemos ver películas o series (actividad nada recomendable mientras se circula). Del mismo modo, hay fabricantes que presentan su propio panel de control integrado ejecutable desde un sistema operativo doméstico, al puro estilo Black Mirror.
¿Espejo retrovisor? No, mejor una cámara
La naturaleza nos ha hecho así, con los ojos mirando al frente. De este modo, poder vigilar lo que nos viene por la espalda ha sido una necesidad ancestral de supervivencia para la especie humana, permitiéndonos anticiparnos a muchos peligros. Aunque, por otro lado, los retrovisores en una bicicleta no son demasiado estéticos, ¿verdad? Esto ha llevado a que pocos sean los fabricantes de bicicletas eléctricas que incorporan retrovisores, con el consiguiente riesgo para el ciclista.
Afortunadamente, también la tecnología ha llegado al rescate para sustituir estos espejos tradicionales por modernas y diminutas cámaras situadas bajo el sillín o integradas en la luz trasera. Estas lentes se conectan a través de cables a una pantalla situada en el manillar y permiten significativamente mejorar la visión panorámica trasera sin necesidad de realizar movimientos bruscos durante la conducción. Además, muchas de ellas permiten grabar todo lo que ocurre, resultando de gran utilidad, por ejemplo, en caso de la investigación de un accidente por parte del seguro.
Airbag en chaleco o casco
Esta innovación es aplicable no sólo a las bicicletas eléctricas, sino también a motocicletas, quads, patinetes… En definitiva, a cualquier circunstancia en la que nosotros mismos seamos la “carrocería”. Se trata de unos sistemas de seguridad pasiva basados en elementos de protección hinchables, a modo de airbag, que envuelven las partes vitales en caso de detectar que vamos de camino a una caída. Existen en modalidad de chalecos para la protección de cuello, hombros y pecho; y, por otro lado, se han desarrollado también en un formato de cascos hinchables que protegen hasta ocho veces más que un casco de bici tradicional. Eso es lo que afirma la empresa fabricante, pero no sabemos si ha podido “inflar las cifras”.
Para finalizar, nos toca echar el freno, con ABS, eso sí. Hasta aquí nuestro repaso tecnológico por las novedades en el campo de las bicicletas eléctricas. Si antes de hacerte con todos estos avances deseas probar la sensación de moverte en una bicicleta de asistencia eléctrica, no dudes en alquilar una en Motofly. ¡Te esperamos!