Las motos forman parte de nuestra cultura y nuestra vida diaria. Nos llevan del trabajo a casa, nos sirven para hacer planes por la ciudad sin preocuparnos por el dichoso aparcamiento, nos permiten escaparnos de ruta y alejarnos del mundanal ruido, o las alquilamos para conocer de forma cómoda cualquier lugar que visitemos en nuestras vacaciones. Tal es la importancia de las motos que el cine no ha podido pasarla por alto a lo largo de los años.
Son muchas las películas que han plasmado una moto en sus historias, dándole, eso sí, un mayor o menos protagonismo en sus tramas. Como apasionados de las motos, en Motofly queremos traerte una serie de títulos de películas que incluyen algún modelo de dos ruedas en su temática. Si vosotros también sois unos amantes del cine y las motos, probablemente ya conoceréis algunas de ellas. Nosotros las mencionaremos por si deseáis un fin de semana de sofá y palomitas motero. Sin embargo, dependerá del criterio de cada uno valorar la calidad de las mismas.
¡Arrancamos!
MAD MAX. Salvajes de Autopista (1979)
Esta película australiana de serie B nos descubre a un jovencísimo Mel Gibson (Max) como protagonista. La trama se sitúa en un mundo postapocalíptico en el que un policía de carretera tiene que lidiar con una banda de violentos y criminales moteros que siembran el caos por donde pasan. Tras acabar con el líder del grupo de vándalos (Nightrider) durante una persecución, el resto de su banda jura perseguir a Max hasta eliminarlo para vengar la muerte de su cabecilla. Esto lleva al protagonista a una carrera sin fin por salvar su vida y la de su familia.
TERMINATOR II. El Juicio Final (1991)
¿Puede haber algo que mole más que ver a Arnold Schwarzenegger subido a una Harley Davidson? La respuesta correcta es “No”. Efectivamente, sólo por ver a este fornido androide del futuro montando en moto por la ciudad merece la pena el visionado de la película. Si a esto le unimos a otro maligno androide, también sobre dos ruedas, que hace las veces de contendiente, la diversión está asegurada. El futuro de la humanidad depende de Connor y sólo “Schwarze” puede salvarle.
DIARIOS DE MOTOCICLETA (2004)
Al margen de las motos, merece la pena esta interesante película sobre la juventud de Ernesto ‘Che’ Guevara. Así es, el famoso líder revolucionario cubano y guerrillero sudamericano tuvo una juventud motera. El argentino, recién salido de la universidad con su título de medicina bajo el brazo, decidió que después de haber estudiado la carrera lo que le pedía el cuerpo era recorrer el continente sudamericano con su amigo Alberto Granados y subidos sobre una Norton 500. Admitamos que la idea genera envidia. Pues allí que se fue y la película nos relata esta apasionante parte de su vida.
EL MOTORISTA FANTASMA I y II (2007/2012)
Os advertí que la calidad de las películas dependía de gustos, así que aprovecho para recordároslo en este punto. La película debió resultar, porque hubo secuela. En ambos films, como podréis deducir por los títulos, hay una moto como coprotagonista, y también una maldición. Si no poneis el listón cinematográfico muy alto y queréis reíros un rato con -y de- un Nicolas Cage que echa chispas, no dudéis en darle al play. En nuestra opinión personal, el mítico Cage siempre nos hace disfrutar, como ese amigo que nos cae bien con el paso de los años y no sabemos bien por qué. Sólo viéndole en pantalla sabemos que todo irá sobre ruedas.
SALVAJE (1953)
No nos podíamos olvidar de los clásicos, y admitamos que las motos en blanco y negro quedan muy bien. La trama de esta película engancha por sí sola: Marlon Brando (Johnny en el film) es el líder de una pendenciera banda de moteros a la vieja usanza que llegan a un pequeño pueblo de California para hacer sus fechorías y escandalizar a los vecinos. Es en este lugar donde Johnny le echa el ojo a la hija del sheriff local. Creo que no hace falta decir más… si el domingo llueve deja aparcada tu moto en la calle, coge la manta y las palomitas, y a disfrutar del bueno de Brando.
Están siendo demasiadas emociones y es el momento de echar el freno. Con esto podéis ir empezando vuestra maratón de pelis moteras. Y como diría Terminator, “volveré” en un futuro con más propuestas. Y, ya puestos, no lo olvidéis, otra forma genial de pasar un fin de semana de cine en Madrid es el alquiler de motos en Motofly. ¡Sayonara, baby!
